El storytelling es el uso de procedimientos narrativos para transmitir un mensaje. 

La narración digital consiste en organizar los contenidos multimedia en un sistema coherente, regido por una estructura narrativa, para obtener una narración compuesta por múltiples elementos.

Esta expresión se utiliza comúnmente para referirse a la práctica de contar historias utilizando las nuevas tecnologías, los nuevos medios de comunicación, las herramientas modernas, para poner en práctica estrategias que tienen como objetivo involucrar al consumidor, haciendo que se apasione por una historia, y por lo tanto por un producto o servicio.

En su forma más simple, la narración digital se refiere a la práctica de utilizar herramientas informáticas para contar historias o presentar ideas, a menudo a través de plataformas de medios sociales.

A diferencia de la narración tradicional, que utiliza materiales en soportes físicos como papel, cintas o discos, y películas, una historia digital utiliza material que existe en archivos electrónicos: 

 Oportunidades de participación. Una buena historia digital permite a los espectadores interactuar a través de una serie de oportunidades de participación (por ejemplo: compartir información a través de las redes sociales, compartir comentarios, suscribirse a los podcasts, contribuir al contenido).

 Estructura técnica y contenido organizado. Las herramientas técnicas que pueden contribuir a una historia digital eficaz incluyen un sistema de gestión de contenidos personalizado, herramientas de colaboración y un marco de análisis para medir el comportamiento de la audiencia.

 Diseño visual. Los relatos digitales también deben facilitar la lectura. Esto se consigue mediante el uso de espacios claros y la cuidadosa selección de fuentes y tamaño de letra. 

La capacidad de atención del ser humano está en su punto más bajo. Con el poco tiempo que los espectadores dedican a cada contenido, los narradores digitales solo tienen unos segundos para transmitir su historia a su público objetivo.

La buena noticia es que, con las historias digitales y la alfabetización digital de tu audiencia, no necesitas contar toda tu historia de una vez. Las redes sociales permiten entrelazar narrativas digitales a través de múltiples plataformas, un método llamado narración transmedia. 

La narración transmedia ayuda a desarrollar la personalidad de tu marca como un personaje completo. Es conveniente que puedas mostrar diferentes caras de tu marca en los distintos canales de las redes sociales.

La población que compone su público objetivo no es toda igual. Las personas se sienten atraídas por los mensajes por diferentes razones, motivaciones y necesidades.

La segmentación del público es importante. Si examina los diferentes segmentos que componen su público objetivo y lo que resuena con esos diferentes grupos, podrá dirigir los mensajes de marketing a los segmentos más rentables y asegurarse de que ningún grupo importante quede fuera de sus esfuerzos de marketing. 

Una vez que los responsables de marketing comprenden los diferentes segmentos de su audiencia, pueden utilizarla para tomar decisiones óptimas en materia de publicidad, marketing y creación de contenidos.

Las herramientas de narración digital son espacios basados en la web donde la gente tiene la oportunidad de crear y compartir sus historias y mensajes.

Estas herramientas de narración digital tienen la cualidad de ser fáciles de usar y personalizadas, lo que puede ser útil para añadir valor al contenido. En las siguientes diapositivas, se presentará una lista de las herramientas digitales más comunes.

 Empieza con la idea y el alcance adecuados. Piensa en pequeño. Es mejor centrarse en un solo tipo de historia; esto puede evitar que los creadores se vean atrapados en la transmisión de todos los aspectos de la vida de alguien, por ejemplo. Lo ideal es que el resultado sea una obra de tres a cinco minutos que revele una pequeña verdad personal.

 Menos es más cuando se trata de efectos visuales. Los creadores deben tener en cuenta que los efectos deben servir para mejorar la historia. El uso excesivo de efectos visuales, como las transiciones y los efectos de desplazamiento, puede distraer la atención de la narración y de la propia historia.